Correlato entre el estado cognitivo y la proliferación de precursores neuronales en un modelo ex vivo.

CLAUDIA IVONNE MEJIA MONDRAGON

RESUMEN El sentido del olfato humano es considerado por muchos como un sentido del pasado, pues se dice que cuando el ser humano adopto una postura erguida alejo la nariz de la tierra donde se originan la mayor parte de los olores y donde están los aromas más intensos. Esta adaptación al medio dio paso al desarrollo de otros sentidos como la vista o el oído, de tal forma que el olfato se utilizó menos por el homo erectus. Además, el estudio del sentido del olfato también se fue opacando por la abundante investigación en torno al resto de los sentidos. Actualmente, es posible distinguir dos hipótesis sobre la relación del olfato con el envejecimiento y las demencias. La primera de ellas plantea que el decremento en la percepción e identificación olfatoria es una consecuencia del envejecimiento. Mientras que la segunda propone que la disminución en la percepción e identificación olfatoria puede ser un signo que antecede al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. En ambos casos, el deterioro del sentido del olfato se ha asociado con un decremento de la capacidad cognitiva. Las estructuras involucradas en el proceso de olfacción tienen una cercanía anatómica con el hipocampo que es la estructura cerebral donde se integra la cognición, por lo que se ha sugerido que la afectación en una de estas estructuras puede repercutir en la otra. En la enfermedad de Alzheimer, además del hipocampo se afectan amplias áreas de la corteza cerebral y sus síntomas involucran una cognición que se empobrece acompañada de cambios conductuales. Por lo anterior y debido a que las personas con enfermedades neurodegenerativas presentan déficits olfatorios, en años recientes las pruebas olfativas se han propuesto como una herramienta de diagnóstico temprano in vivo de la enfermedad de Alzheimer ya que hasta ahora se hace en cerebros obtenidos post mortem. Estudios histopatológicos de cerebros con esta enfermedad han demostrado la acumulación de formas insolubles de la proteína β amiloide en espacios extracelulares, así como la organización alterada de la proteína tau en ovillos neurofibrilares en el citoplasma de las neuronas. Estas alteraciones estructurales eventualmente causan apoptosis y en consecuencia una disminución en el volumen del cerebro. El neuroepitelio olfatorio es un tejido en donde el proceso neurogénico se lleva a cabo de manera constitutiva durante toda la vida. Este tejido conserva características bioquímicas y funcionales del sistema nervioso central por lo que se ha propuesto como un modelo subrogado para el estudio de las enfermedades neuropsiquiátricas. Tomando en cuenta lo anterior en este trabajo determinamos la tasa de proliferación de precursores neuronales obtenidos del neuroepitelio olfatorio de 2 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer (AZ) y dos sujetos controles sin antecedentes psiquiátricos en dos etapas diferentes de la vida adulta: Un adulto mayor (AM) y un adulto joven (AJ). Las tasas de proliferación se correlacionaron con el funcionamiento cognitivo general evaluado con la prueba “test Mini-Mental State” así como con los resultados de la imagen cerebral obtenida por resonancia magnética de los pacientes diagnosticados con enfermedad de Alzheimer. Los resultados obtenidos del grupo femenino mostraron que la tasa de proliferación de los pacientes con AZ es menor que la tasa de proliferación de un adulto mayor y aún menor que la del adulto joven. Estos datos se correlacionaron con un puntaje menor obtenido en la prueba del minimental (aplicado a los participantes con AZ ) y con la disminución del volumen cortico subcortical supratentorial y del hipocampo revelado por la resonancia magnética, lo que sugiere que la condición de los precursores neuronales obtenidos del epitelio olfatorio si podrían estar representando el estado y funcionamiento de estructuras cerebrales más profundas como el hipocampo, y por ende alteraciones en el estado cognitivo. Desde este punto de vista tiene sentido afirmar que la percepción e identificación olfatoria serían un signo que antecede al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, pues una tasa menor de proliferación sugiere que el recambio de neuronas receptoras olfativas es deficiente, por lo que no se garantiza el funcionamiento óptimo del olfato. Finalmente, la relación entre los resultados de las resonancias magnéticas y las alteraciones en la proliferación de pacientes con AZ, evidencian que el neuroepitelio olfatorio es un modelo subrogado sobresaliente del sistema nervioso central y óptimo para el estudio de enfermedades neuropsiquiátricas

Tipo de documento: Tesis de maestría

Formato: Adobe PDF

Audiencia: Investigadores

Idioma: Español

Área de conocimiento: HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA CONDUCTA

Campo disciplinar: LINGÜÍSTICA

Nivel de acceso: Acceso Abierto