Hongos patógenos, especies amigables con el ambiente

El cultivo de hongos comestibles constituye un verdadero sistema de producción-consumo, el cual ha adquirido gran relevancia social, económica y ecológica a nivel mundial. Se realiza mediante procesos biotecnológicos que se desarrollan a pequeña y gran escala, generando alimento de buena calidad nutricional y con propiedades medicinales. En el proceso de fructificación se utilizan sustratos considerados desechos agroindustriales, los cuales presentan de forma natural una microflora no equilibrada, de manera que numerosos microorganismos (bacterias y hongos) pueden competir con Pleurotus por espacio y nutrientes. Se ha reportado que Trichoderma ha causado pérdidas económicas, por daño a la producción entre un 33% y un 50%, tanto a pequeños como a grandes productores de hongos comestibles. A pesar de los problemas que llega a provocar Trichoderma en el cultivo de hongos comestibles, este hongo presenta un comportamiento positivo en otros ambientes. Entre los antagonistas naturales se encuentra este género, que se presenta en diferentes ecosistemas conviviendo con especies de plantas sin ocasionarles ningún daño. Por lo tanto, se está utilizando como control biológico de hongos fitopatógenos, por lo que los hongos del género Trichoderma son de gran utilidad en el reino de las plantas pero indeseable por los daños que causa en el cultivo de hongos comestibles, aun siendo del mismo reino.