Catálogo electrónico: herramienta de vinculación entre ciencia e industria

El Dr. Ruy Pérez Tamayo, médico patólogo y divulgador de la ciencia, define la ciencia como la “actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido por medio de un método organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso” (Pérez, 12-16). En resumen, podemos definir la ciencia como un conjunto de saberes dentro de cualquier disciplina que se relacione con el humano. Si la ciencia se comunica entre científicos o especialistas en un tema, el proceso de comunicación se conoce común difusión. La difusión de la ciencia aparece en el siglo XVII debido al inicio de la revolución científica¹ y sigue siendo una herramienta de comunicación en pleno siglo XXI (Restrepo, 25-27). La Dra. María de Lourdes Guadalupe Berruecos Villalobos, especialista en el análisis del discurso, propone que la difusión implica un receptor preparado, mientras que, por el contrario, la divulgación implica la figura de un público general (Berruecos, 7-9). Podemos decir que la difusión es la comunicación de ciencia entre pares y se caracteriza por utilizar un lenguaje técnico, por lo que evita analogías y recursos literarios para poder ser explicada. Esta herramienta impulsa la innovación y promueve el análisis crítico. Como sociedad esto nos ha permitido, entre muchas otras cosas, hacer uso de tecnologías que permiten que varias personas puedan comunicarse a la vez sin importar, literalmente, la distancia geográfica, aumentar nuestra esperanza de vida, llegar a la Luna y más allá, saber que tenemos ocho diferentes tipos de inteligencias, que el hombre convivió con los neandertales, que los neandertales tenían una estructura social y familiar y que tenían ritos de respeto a sus muertos, muy similares a nuestros funerales, entre otros. Para que cada uno de estos avances sea apreciado por la sociedad en general, el lenguaje debe ser claro. En este caso se habla de divulgación. La divulgación nace de la necesidad social de apropiación de información generada por los especialistas del tema. El Dr. Gustavo E. Romero, astrofísico e investigador en filosofía, define la divulgación como “un conjunto de actividades que tienen por objetivo común, diseminar la cultura científica entre los distintos estamentos de la sociedad” (Romero, 15). Existen diversas herramientas o medios que permiten divulgar información como lo son la radio, un podcast, los documentales, los museos, el teatro, la televisión, los talleres o de forma escrita en columnas de periódico, revistas o libros, etcétera. El arte de realizar divulgación escrita consiste en escribir con claridad, coherencia y sencillez. La divulgación es un género literario (Berruecos 21.-35) que nos permite transmitir un mensaje de forma consciente y clara, por lo que al practicarlo debemos pensar en el receptor. Cuando se realiza divulgación escrita estamos hablando de un género discursivo, que como todo género posee características particulares. El discurso divulgativo se emplea utilizando la descripción de un suceso con palabras claras, y evitando generar procesos de ambigüedad o vaguedad.