Dimensiones, prácticas y significados de la vinculación en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos

La universidad ha sido históricamente caracterizada como una institución fundamental para la consecusión del desarrollo de los países; por ello, sus actividades, funciones sustantivas y organización se han transformado, según el interés político. Esto ha dado lugar a diferentes formas de relación con el entorno, lo cual implica tanto la adaptación a las circunstancias de la sociedad como la instrumentación de mecanismos y estrategias para transformarla. La relación universidad-sociedad es considerada el objeto central en ésta tesis. Cabe destacar que dicha relación tiene diversas connotaciones; por ejemplo, se le reconoce como sinónimo de extensión universitaria o en se asume como vinculación universitaria (la cual es particularmente utilizada en este trabajo). Cualquiera que sea su connotación, se le confiere el papel histórico de atender y resolver problemas de la sociedad, buscando su desarrollo. El desarrollo de la sociedad también es determinado por dimensiones de orden político, educativo, de investigación, productivo, ambiental, cultural, de bienestar social, equidad e inclusión. La relación universidad-sociedad en particular, se ha concentrado en la dimensión económica, dado que el Estado ha adoptado políticas públicas en materia de educación superior, introducidos desde organismos internacionales y siguiendo criterios para el cumplimiento de las necesidades del mercado y el interés económico, dejando de lado el sector social. La consigna económica que dirige la relación universidad-sociedad no siempre ha sido así, como puede observarse en las diversas transformaciones a lo largo de la historia que ha tenido la universidaddesde desde su fundación hasta la actualidad. Como se muestra a continuación. La idea de Universidad surge en el siglo XII con la fundación de la primera institución en París, en 1160; para entonces, las universidades eran consideradas centros de diestramiento para clérigos principalmente (Bernal, 1979). A principios del siglo XIX, la universidad medieval se transforma en la universidad moderna como respuesta a la sociedad emergente, caracterizada por el surgimiento de los Estados nacionales como nuevo modelo de organización social y la manifiestación de la era del desarrollo industrial (Davyt y Cabrera, 2014). A principios del siglo XIX, se identifican tres modelos de universidades: napoleónica o francesa, alemana y norteamericana; en cada uno de ellas, las funciones son distintas, así como su forma de vinculación. En el primer modelo lo primordial era la enseñanza, mientras que el vínculo con el medio se realizaba a través del propio Estado, donde además de insertarse laboralmente, ofrecían la aplicación de sus saberes al conjunto de la sociedad. El segundo modelo se caracteriza por ser la universidad de investigación, y la vinculación con el medio es particularmente con los profesionales de la química en las áreas de producción y empresas (laboratorios). El tercer modelo se dota de tierras a las universidades para ampliar sus servicios educativos hacia la población, y al mismo tiempo realizar investigaciones tecnológicas para el sector agrícola y manufacturero, esto da origen a los servicios de extensión (op. cit).