Creación de catálogo bienal de series fotográficas realizadas por autores de Morelos

RAYMUNDO FABIAN CASANOVA CIRETT

México es un país de gran tradición fotográfica. La llegada del daguerrotipo al puerto de Veracruz el 3 de diciembre de 1839, apenas cuatro meses después de su patente, marca el inicio de la historia de la fotografía en el país. Los grabadores y pintores, interesados en la rapidez y aparente sencillez del proceso, adquieren equipos para realizar retratos de la clase gobernante y de la creciente clase burguesa, ávida por conservar una imagen de sí mismos. “La fotografía se implanta en el altar doméstico, entre veladoras, ramos de flores, yerbas de olor y estampas con representaciones de santos” (Debroise 49). Bajo “la influencia de la luz solar tan intensa y tan favorable en el hermoso clima de México” (Tiffereau, en Debroise 40) fotógrafos de distintas partes del mundo viajan al país dando paso a nuevos géneros y a un intercambio en técnica y en construcción de imagen. El fotógrafo alemán Hugo Brehme abre su primer estudio fotográfico en la cuidad de México en 1910. Durante la Revolución Mexicana entra en contacto con Emiliano Zapata de quien realiza los ahora célebres retratos. Brehme también enseña “a un joven discípulo que tenía la costumbre de acompañarlo en sus excursiones fotográficas dominicales por los caminos del valle de México: Manuel Álvarez Bravo” (Debroise 104), referente obligado de la tradición fotográfica mexicana. Hacia 1870 la fotografía ingresa discretamente a los salones anuales organizados por la Academia de San Carlos. En 1933, Paul Strand se convierte en el primer fotógrafo en exponer en un recinto oficial en México, el inconcluso Palacio de Bellas Artes. Strand forma parte del grupo de fotógrafos reunidos por Alfred Stieglitz, dueño de la Galería 291 en Nueva York y editor de la revista Camera Work, ambos foros dedicados a la difusión de la fotografía como medio de expresión artística. En el caso de la revista, es la primera publicación de su tipo, ya que aunque existían revistas especializadas, éstas se enfocaban más en los aspectos técnicos de la imagen fotográfica que en la concepción artística de la misma. Para la primera década del siglo XX debido al perfeccionamiento de los sistemas de impresión de medio tono, la imagen fotográfica se convierte en protagonista de las publicaciones impresas. La creciente demanda de imágenes requiere más fotógrafos, muchas veces independientes, algunas veces dentro de la nómina de alguna editorial. El fotógrafo, que ha corrido todos los riesgos materiales no dispone de medios para controlar la venta de sus fotos. Este es el motivo de que Capa fundara en 1947, la Agencia Magnum. […], la fotografía no era solamente una manera de ganar dinero. Querían expresar, a través de la imagen, sus propios sentimientos y sus ideas sobre los problemas de la época. (Freund 142) El fotógrafo debe involucrarse en el proceso editorial, ya sea para que su trabajo se respete y publique de manera correcta, o para construir un discurso a través de la yuxtaposición y puesta en página de sus imágenes. “El fotógrafo verdadero tiene una gran responsabilidad social” (Freund 174). La visión del fotógrafo como editor es fundamental en la generación de discursos visuales, ya sean foto-reportajes, notas, artículos, reseñas o, como en el caso de este proyecto, la construcción de un discurso artístico. En 2012, la XV Bienal de Fotografía premió, por primera vez en treinta años, la obra de dos autores formados fuera de la ciudad de México (Castellanos). Los esfuerzos del Centro de la Imagen, organizador del certamen desde 1994, son un referente internacional de impulso y difusión de la fotografía mexicana contemporánea.

Tipo de documento: Tesis de maestría

Formato: Adobe PDF

Audiencia: Investigadores

Idioma: Español

Área de conocimiento: CIENCIAS SOCIALES

Campo disciplinar: SOCIOLOGÍA

Nivel de acceso: Acceso Abierto

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