Intervención psicosocial de las representaciones sociales del género masculino con jóvenes indígenas de Tetelcingo

Matín-Baró (1994) planteó la idea de que no es la conciencia quien determina quien es el ser humano, sino las condiciones sociales, inferimos que para poder dar una explicación al comportamiento de los jóvenes hombres de Tetelcingo se necesita conocer algo más que solo los roles y estereotipos de género, pues es sabido que es el género una construcción social asociada y subordinada a la identidad que, como señalan autores como Rocha (2009), Martín-Baró, Allport e incluso Bourdieu, el proceso es complejo, pues es un conjunto de símbolos, significados, actividades, sentimientos, pensamientos y creencias que se van inyectando en la cotidianeidad. Conocer los matices que permiten la habituación, familiarización y naturalización comprende un esfuerzo amplio que en este estudio buscamos explorar. Si bien la situación mundial por la pandemia interrumpió por momentos el proceso de recaudación e interpretación de información, la metodología de corte cualitativo nos permitió la flexibilidad para poder adaptarnos y proseguirlo. Empezamos por contextualizar históricamente a la comunidad de Tetelcingo, donde vemos el proceso de despojo, mestización forzada y posterior abandono por parte de los gobernantes. Si bien es un pueblo que se ha negado a desaparecer existen una serie de factores que los ha orillado abandonar ciertas prácticas, como el uso de sus vestimentas tradicionales o incluso el aprender la lengua materna obligatoriamente. Las condiciones de marginación los sitúa en un territorio con altos índices de peligrosidad debido al vacío de poder, según la lógica del analista político Agustin Llamas (2020), quien menciona que se manifiesta cuando los encargados de velar por los derechos y hacer justicia desiste de hacerlo por omisión o desinterés. Los procesos de asignación de roles que a la larga crean estereotipos de género están plagadas de significados que en la cotidianeidad y mediante la socialización se van perpetuando, orillando al hombre a asumir su papel desde las desventajas que las estructuras sociales les impone, por lo que se generan fenómenos asociados al ejercicio de su masculinidad como la violencia física entre pares, las prácticas de riesgo y la migración. Este estudio pudo explorar los factores psicosociales que intervienen en la construcción de la identidad masculina de los jóvenes que son nativos de la comunidad de Tetelcingo en el estado de Morelos, y como es que hacen inteligible las representaciones sociales del género asignadas en la comunidad. Se ha encontrado que hay una relación directa entre el género masculino y manifestaciones de violencia. Sin embargo, los estudios de género han dejado de lado algunas variables que podrían darnos otra versión de lo que significa ser hombre y mujer. Las comunidades indígenas responden a dinámicas de interacción simbólica, cultural y políticas distintas a las zonas urbanas. Incluso los movimientos feministas han considerado que tomar en cuenta el contexto de cada comunidad para los estudios de género enriquece el conocimiento para la lucha en pro de la igualdad. Las comunidades indígenas suponen una forma de interactuar y han desarrollado ciertos estereotipos que no siempre encajan con las categorías occidentales. Es por eso que se ha sugerido considerar el contexto de cada comunidad para poder entender cómo se construyen los roles de género, y en este particular estudio, el significado de ser hombre y cómo ejercen la masculinidad los jóvenes que estudian en la Telesecundaria de Tetelcingo, Morelos.