Plantas y bacterias, un vínculo para la vida

Las plantas han desarrollado una infinidad de estrategias para colonizar una gran variedad de hábitat, incluso para contender a los efectos tóxicos generados por actividades antropogénicas. La actividad minera produce una gran cantidad de residuos de metales pesados, que representan un riesgo potencial en la salud de los organismos vivos, incluyendo las plantas. Las plantas han establecido una asociación con rizobacterias resistentes a metales pesados y promotoras del crecimiento vegetal que desempeñan un papel vital en la adaptación a condiciones de estrés. Se ha estudiado la relación simbiótica entre plantas leguminosas provenientes de jales mineros y bacterias fijadoras de nitrógeno resistentes a metales pesados. Esta interacción ha resultado una opción prometedora como estrategia de fitorremediación, al reducir no solamente las concentraciones y los efectos tóxicos de los metales, sino también evitar la erosión y generar una mejora paulatina en la fertilidad del suelo.