Percepciones de mujeres y hombres del centro de Chamilpa, Cuernavaca sobre vivienda, habitabilidad y paisaje urbano

El problema de la vivienda genera en el mundo entero una gran cantidad de preocupaciones y que no solo representa una manera artificial con la que los seres humanos construyen algo en algún lugar para tener un refugio y poder resguardarse de condiciones climáticas diversas, muchas de ellas indeseables como el frío y el calor extremos, las tormentas, los huracanes, etcétera. La vivienda constituye un fenómeno que abarca y repercute en todas las actividades humanas y como tal, representa de una forma u otra a la humanidad misma. Por ello, la vivienda es un fenómeno que se aborda desde las cuestiones más técnicas hasta las más filosóficas, pasando desde cómo pegar un tabique o cómo “limpiar” un terreno, hasta las implicaciones de construcción del propio ser del humano en tanto habitante del mundo en un lugar hecho por él. Este trabajo de investigación es una pequeña porción de algo que se ha ido mostrando al paso del tiempo como parte fundamental para el estudio de la vivienda, no sólo en términos históricos, arquitectónicos, legales o de financiamiento, entre otros. Se trata de una dimensión cultural, en donde la propia percepción de los constructores/as y/o habitantes de las viviendas da vida y sentido a ese conjunto de obra material que les resguarda. En el planteamiento del problema se hace un breve recorrido por algunas de las principales preocupaciones de los investigadores en torno a la vivienda, para llegar a descubrir y destacar la dimensión cultural como algo importante dentro del contexto total. Según los investigadores, las mayores problemáticas se presentan en desarrollos habitacionales normalmente construidos por inmobiliarias o bajo la tutela del gobierno desde sus diferentes instancias dedicadas al tema. Desarrollos surgidos en buena medida por la explosión demográfica de mediados del siglo XX y el consecuente incremento de las necesidades de vivienda en la población. Situación que se liga a los diferentes procesos de urbanización. Derivado de ello surgen las preguntas en torno a lo que sucede en colonias populares (Jiménez, 2015) o en poblaciones con una larga historia. En este trabajo se aborda como objeto de estudio al pueblo originario de San Lorenzo Chamilpa, al norte de Cuernavaca, perteneciente al propio municipio de Cuernavaca, dentro del estado de Morelos. Por lo extenso de la zona, nos concentramos en su parte central, de acuerdo con la propuesta realizada en 1998 por el comité del centro histórico de Cuernavaca. El origen de “Chiamilpan” se remonta a las primeras ocupaciones humanas en lo que hoy es territorio morelense, y se llevó a cabo una refundación en 1539, bajo la autoridad de la Corona Española, convirtiéndose en una congregación. Nunca ha dejado de tener un carácter comunal.