Modelos de urbanismo antiguo para la ciudad del futuro: la ciudad romana (100 a.C. – 100 d.C.) y la mesoamericana (200 d.C. – 1521 d.C.) Casos de estudio: Pompeya y Tenochtitlan

WALDO ASCENCION GUTIERREZ BRITO

La transformación urbana es uno de los fenómenos cruciales en la evolución cultural de los grupos humanos y por ello el urbanismo, ya sea actual o antiguo, es un proceso esencialmente sociodemográfico que comenzó a cristalizarse hace unos cinco mil años en las llamadas sociedades prístinas¹. Dentro del estudio de estas sociedades se han constatado implicaciones no sólo culturales, sino antropológicas y psicológicas que están relacionadas de manera directa con la forma y la organización de las ciudades ya que el hombre contaba, desde su origen, con un sentido gregario y de comunión. Este tipo de estudios se ha visto enriquecido de manera puntual con otros de tipo multidisciplinario donde, efectivamente, se demuestra la necesidad de contar con una correcta ordenación, creación y gestión de espacios dedicados a la vida organizada y colectiva del ser humano desde la cristalización de los primeros asentamientos humanos. Debido a esto, la planificación urbana constituía, con seguridad, una problemática abordada por la mayoría de estas sociedades, cualquiera que fuese su precepto². Sin embargo, hoy en día, el estudio del desarrollo urbano que tuvieron estas sociedades integra solo un pequeño eslabón en el análisis de la composición de aquellas a las que, cabe notar, solo algunos investigadores y arqueólogos, han prestado atención, por lo que aún quedan temas por conocer y profundizar.³ Este panorama científico comenzó a enriquecerse de manera general por varios estudios realizados desde hace seis décadas y uno de los resultados puntuales fue que: las ciudades hoy en día distan mucho de ser verdaderas planificaciones y se han convertido en simples aglomeraciones de personas, esto mencionado incluso por los mismos urbanistas. Charles Delfante, por ejemplo, menciona: “ya no son más, que el rostro de las sociedades que las han producido [...] son sólo acumulaciones de penalidades, de trampas, de peligros y de amenazas que afectan a la salud y a la moral de los que en otro tiempo eran llamados ciudadanos”⁴. Las ciudades han perdido por completo identidad ideológica, organización y concepto del orden que genere una congruente dinámica de los territorios, los medios naturales donde éstas se desarrollan y los habitantes que las viven. Es decir, se han perdido los elementos primordiales para la planificación, no sólo de una ciudad, sino de la variedad de asentamientos humanos que existen en la actualidad (los cuales vienen en varios formatos y en distintas magnitudes); así como también se ha perdido la noción de una generación y distribución correcta de los servicios donde éstos se desarrollan.⁵

Tipo de documento: Tesis de maestría

Formato: Adobe PDF

Audiencia: Investigadores

Idioma: Español

Área de conocimiento: CIENCIAS SOCIALES

Campo disciplinar: DEMOGRAFÍA

Nivel de acceso: Acceso Abierto