El arte es mi refugio, un espacio de combate. Aproximaciones a la práctica artística de Ana Gallardo

Empezar por pensar el uso del lenguaje como gesto político “Para leer un experimento de escritura se requiere un experimento de lectura que tense y disloque prácticas institucionalmente consensuadas en el tiempo” val flores El uso del lenguaje fue la última decisión que tomé en esta investigación, y la primera que necesito mencionar. Lo que importa, más que el uso de una letra, es aclarar que la decisión no es lingüística, sino política. Cambiar el lenguaje no es suficiente, pero ayuda a seguir transformando. val flores (2021) plantea que la “x” conserva el enigma de un llamado a lo desconocido, a lo incontable de una multiplicidad que no se deja ordenar, la “e” ... parece conformarse con que las identidades antes sobrantes se reconozcan ahora en lo abarcador de una fórmula de contención (flores 2021, 236). Ambas letras resultan insuficientes, pero es indispensable pensar en sus limitaciones y alcances. De acuerdo con flores, la cuestión no es qué letra utilizar, sino cuestionarse el lenguaje. El potencial de la escritura reside en ser una práctica relacional que permite proponer significantes que desborden lo normado. En este sentido, flores subraya la urgencia de pensar la incomodidad que genera el uso del lenguaje inclusivo en relación con la poética del mismo, y no utilizarlo de manera instrumental. La teoría es un ámbito que involucra lo corporal: “los modos de hacer teoría son en definitiva modos de relación con y entre los cuerpos, las palabras, los afectos, las imágenes, los contextos” (flores 2021, 44) formas que intervienen críticamente. Refiere a modos de escribir que se interrogan sobre la propia práctica y las resonancias de su uso, tanto más allá del cuerpo como hacia adentro de sí misme. La autora se pregunta, por ejemplo: “¿cómo una práctica artística (des)compone una práctica teórica?” (flores 2021, 47), una escritura fronteriza liminal que impulse a reformular e imaginar, que sea capaz de inventar más que acoplarse a las normas (formales y de contenido) habitando las zonas intersticiales del lenguaje. Escritura fugitiva performática e indomesticable que se pregunta a sí misma por las implicaciones políticas de su instrumentalización. val flores sostiene que la palabra no sólo nombra el mundo sino también construye y destruye el modo de nombrar. La relevancia del lenguaje radica en “el trabajo sobre, con y contra las palabras como tarea política, una tarea del cuerpo y en el cuerpo” porque: la escritura teórica como escenario poético opera como dispositivo de des-educación corporal contra el disciplinamiento académico y como ruptura de la dicotomía teoría-práctica (flores 2021, 59).