Sócrates y la mirada interior

La mirada interior que propone Sócrates es darse cuenta de la vida que cada hombre tiene, es decir, revelar la individualidad arraigada en el ámbito interior, la pertinente insistencia en el cuidado del alma y el abandono de los bienes materiales y corporales. Sin embargo, no fue bien aceptada en la democracia de finales del siglo V, ya que el pensamiento socrático liberaba a los hombres y los hacía desleales al Estado. Por lo tanto, un mirar individualista no figuraba en la imagen del buen ciudadano en su actuar. Del mismo modo, Sócrates se vislumbra como amenaza frente a las ambiciones sociales y colectivas. No obstante, al ser el hombre un cuerpo público éste debe congelar su mirada interior y mantenerse con una posición pública.