Nutrición mineral y microorganismos benéficos en el crecimiento de lechuga, albahaca y arúgula cultivadas en sustrato

Durante años se ha hecho un desmedido e inconsciente uso de fertilizantes minerales que ha traído consigo un importante daño al medio ambiente y a la salud de los humanos. Esta situación conlleva la búsqueda de alternativas para modificar y mejorar las condiciones del suelo, como el uso de hongos micorrízicos arbusculares (HMA) que proporcionan una mayor área de exploración del suelo y hacen a las plantas más resistentes a condiciones de estrés, además favorecen la captación de nutrimentos para un mejor desarrollo vegetal (Beltrán -Pineda & Bernal-Figueroa, 2022). Las micorrizas son las estructuras resultantes de la asociación simbiótica entre el micelio de un hongo y las raíces de las plantas. Esta simbiosis es obligatoria para ambos organismos y fundamental, por lo tanto, para su desarrollo y establecimiento en los ecosistemas (Aggarwa et al., 2012). Dada la importancia funcional de los HMA, es fundamental conocer su funcionalidad en diferentes condiciones de cultivo y en distintas especies de importancia agrícola. este tipo de HMA son microorganismos rizosféricos, cosmopolitas encontrados en la mayoría de las plantas terrestres, capaces de colonizar el sistema radical y establecer una asociación mutualista o simbiosis con las plantas (Miransari, 2011). La más común es la micorriza arbuscular, que ocurre en un 80 % de las especies vegetales (Brundrett, 2002). El término arbuscular se refiere a los arbúsculos que forman dentro de las células de la raíz de las plantas. Por consiguiente, una micorriza arbuscular se define como una simbiosis mutualista con capacidad para producir arbusculos dentro de las células de plantas compatibles. Las micorrizas arbusculares, son endomicorrizas, en donde las hifas se introducen inicialmente entre las células de la raíz, pero luego penetran en el interior de estas, formando vesículas alimenticias y arbúsculos. Un HMA tiene tres componentes principales: raíz, las estructuras dentro de las células de la raíz y el micelio extraradical en el suelo (Smith & Smith, 2011). La planta recibe del hongo principalmente nutrientes minerales y agua (Cuevas et al., 2023) y el hongo obtiene de la planta carbohidratos y vitaminas que él por sí mismo es incapaz de sintetizar, mientras que la planta las obtiene gracias a la fotosíntesis y otras reacciones internas (Vásquez, 2021). Alvarado et al., (2014) evaluaron la productividad en plantas de tomate saladette inoculadas con el HMA Rhizophagus intraradices. Estos autores encontraron que las plantas inoculadas incrementaron significativamente el contenido de clorofila y altura de planta, comparado con plantas no inoculadas. Igualmente, reportaron incrementos significativos en el largo, diámetro y peso de fruto, además, aumentó el rendimiento de fruto por corte y el rendimiento acumulado en 30 %. El empleo de estas técnicas agroecológicas constituye alternativas para la nutrición de las plantas (Martín Alonso et al., 2014) y así lograr una agricultura más sustentable (Le Mire et al., 2016). Los microorganismos fijadores de nitrógeno y solubilizadores de fósforo son otro grupo fundamental en el campo de los biofertilizantes utilizados actualmente como base para la fabricación de bioestimulantes, los cuales son insumos biológicos de gran importancia en la agricultura ecológica debido a que promueven la circulación de nutrientes requeridos por las plantas y reducen la necesidad de aplicar fertilizantes químicos.