La ciudad y la representación de Tijuana: un análisis de la esquina del Johnny Tecate de Roberto Castillo Udiarte

La presente investigación que lleva por título “La Ciudad y la Representación de Tijuana: un análisis de La esquina del Johnny Tecate de Roberto Castillo Udiarte”, es un intento por encontrar y reflexionar sobre esa ciudad imaginaria que propone el autor y que llama la atención por todas aquellas referencias visuales que el personaje principal: Johnny Tecate, describe y con las que cualquier transeúnte tijuanense se identificaría. El análisis de esta crónica lo realizo bajo el lente de dos disciplinas: la sociología y la literatura. El aspecto sociológico lo analizo desde la perspectiva de los estudios culturales de Stuart Hall, y, por otro lado, hago un análisis de diversos aspectos literarios que predominan en la obra, tales como: el género de la crónica narrativa, las figuras retóricas —en específico la ironía o la anfibología—, los tipos de discurso que aparecen en la obra —directo, indirecto, indirecto libre—, el alter ego en la literatura o el uso del spanglish. Además, analizo el espacio en donde se lleva a cabo la obra, si el relato sucede en el devenir de una ciudad imaginada o en una ciudad que se recorre en tiempo presente. En general, lo que estudio son las representaciones de la ciudad de Tijuana en la crónica narrativa mencionada. El interés por abordar la reflexión respecto a la imagen de ciudad en esta obra reciente de Roberto Castillo Udiarte, es parte del intento por problematizar esa visión hegemónica sobre Tijuana que ha predominado en el imaginario tanto literario como sociológico. Considero que otra parte del interés proviene de una visión personal que me identifica con la literatura de este autor, quizá por su sencillez y jocosidad, así como por las vivencias que he experimentado al haber nacido y residir en una ciudad como Tijuana. Entiendo que siendo frontera ya es un espacio problemático, mucho más en un país como México, en el que gran parte de la población decide emigrar hacia Estados Unidos en busca de vidas más dignas. También concluyo que mi inclinación hacia esta obra nace de haber vivido tantos años en dicha ciudad y encontrarla fascinante, así como por entenderla como un espacio quizá contradictorio, porque, como toda ciudad, tiene su grado de complejidad, y, asimismo, la puedo percibir desde la sencillez del recuerdo de una cotidianidad vivida. En relación con la pregunta central de esta investigación, al leer parte de la obra de un autor como Castillo Udiarte, intuyo que en esas formas literarias y visión de ciudad hay un discurso distinto. Por supuesto, al haber leído a Humberto Félix Berumen, y aquel gran análisis que realizó Tijuana la horrible: entre la historia y el mito (2003), surge la pregunta ¿sigue predominando esa “Tijuana horrible” en las manifestaciones literarias de la frontera norte?, o ¿acaso hay otras propuestas que se alejen de aquella marcada visión sobre la ciudad? Es así que me parece pertinente explorar otras formas de hacer literatura que plasmen visiones de ciudad alternativas a la hegemónica. Al final, la ciudad real también es imaginada y un tipo de manifestación cultural como esta, puede alimentar los significados y encarnarse en prácticas que den forma a vidas más dignas, donde el arte sea un recurso que muestre otros senderos por andar.