| dc.description | El crecimiento constante de la sociedad trae consigo una acelerada urbanización y la necesidad de acondicionar las ciudades para cumplir con las demandas de consumo (Díaz Álvarez, 2014; Foladori, 2007) en las cuales participan diferentes sectores industriales con procesos de manufactura, almacenamiento, uso de materias primas, de sustancias y productos químicos que al final de los procesos se convierten en residuos. Entre estos últimos se encuentran los Residuos Peligrosos (RP), que de acuerdo con la Ley General de Prevención y Gestión de los Residuos (2003) (LGPGIR) son aquellos que poseen alguna característica de Corrosividad, Reactividad, Explosividad, Toxicidad, Inflamabilidad o ser Biológico infeccioso (CRETIB). Por ello, los RP tienen el potencial de contaminar el aire, agua y suelo. Además la biota se ve considerablemente afectada cuando entra en contacto con dichos residuos (Artunduaga et al., 2015; Pablos, 2014). Particularmente en México, la SEMARNAT (2019) en su informe de la situación del medio ambiente del 2018 registró la presencia de más de 148 millones de sustancias químicas a nivel mundial, que mayormente son utilizadas en procesos industriales que al término de su uso, se convierten en residuos. Asimismo, algunas de estas sustancias se consideran bioacumulables, toxicas y carcinogénicas. De modo que resulta relevante llevar a cabo la gestión segura y adecuada de dichos residuos para prevenir condiciones que afecten a los ecosistemas y a los seres humanos. Para llevar a cabo una gestión integral adecuada de los RP, la LGPGIR plantea el uso de los planes de manejo, con la intención de poner en práctica la responsabilidad compartida pero diferenciada de todos los sectores involucrados en la generación de dichos residuos. No obstante, el uso de sustancias químicas peligrosas y la generación de RP no se restringe al sector productivo, de manera similar las Instituciones de Educación Superior (IES), también se ven involucradas en estas situaciones al contar con diferentes unidades médicas y laboratorios de docencia e investigación dentro de ellas. Tal es el caso del Centro de Investigación en Ingenierías y Ciencias Aplicadas (CIICAp) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) el cual es considerado como generador de RP. De acuerdo con la legislación mexicana, el CIICAp debe cumplir con la gestión adecuada de sus RP para prevenir riesgos a la salud y al ambiente e implementar acciones minimizarlos, desde su generación hasta la disposición final. Por tal motivo y dado que el CIICAp no cuenta con un plan de manejo para sus residuos, el presente trabajo tiene como propósito proponer un plan de manejo para los RP, identificando en primera instancia todos los aspectos relacionados con su gestión, desde la generación hasta el confinamiento. Con esto se pretende lograr un manejo adecuado de los RP conforme a la legislación mexicana en la materia y con la política interna de la UAEM, reduciendo así el impacto de dichos residuos sobre el ambiente y protegiendo la salud de las poblaciones. | es_MX |
